
Yo tengo un pingüino elegante
Yo tengo un pingüino elegante,
que siempre lleva un colgante,
es tan bonito y radiante,
que brilla más que un diamante.
Los domingos va a misa
y al salir comemos pizza.
Vamos a pasear sin camisa
y a los demás les entra la risa.
Yo tengo un pingüino elegante,
que siempre lleva tirantes,
sonríe a cada instante
y a mi me parece flipante.
Se asoma curioso a la cornisa
pero se mete muy deprisa,
se esconde detrás de la repisa
y sin más nos regala una sonrisa.
Yo tengo un pingüino elegante,
que lleva un bastón andante
y que con un gesto galante
se despide con su sombrero de ante.