Érase una vez un molinero que tenía tres hijos. El hombre era muy pobre y casi no tenía bienes
Había una vez un carpintero ebanista, que se llamaba Mario, al que le encantaba hacer ventanas. De
Había una vez unos niños que se preguntaron qué pasaba con las cartas que le envíaban a Papa
Érase una vez un precioso pueblo llamado Hamelin. En él se respiraba aire puro todo el año
Érase una vez un zapatero al que no le iban muy bien las cosas y ya no sabía qué hacer para
En un planeta de la vía láctea exterior vivían unos pequeños seres, con forma de setas, pero
Era una preciosa mañana de verano en el estanque. Todos los animales que allí vivían se sentían
Érase una vez un campesino famoso en el lugar por ser un chico muy listo y ocurrente. Tan