
La diadema de unicornio
Había una vez una niña llamada Tiana, a la que le encantaban los unicornios, y especialmente las diademas de unicornio. Tenía una de cada color: rosa, azul, amarilla, y muchas más.
Un día Tiana se fue de compras, y lógicamente compró millones de cosas de unicornio.
Justo antes de salir del centro comercial, Tiana se encontró con una abuelita aparentemente pobre, ya que estaba pidiendo dinero. Tiana le dejó a la abuelita 5€ para que le diera para comprarse agua y comida.
La señora se lo agradeció a la niña dándole una diadema. La abuelita le contó que era de su hija, pero su hija, que se llamaba Anlis, no la quería, porque a ella le gustaban más los dragones. La mujer estaba muy triste, porque esa diadema le había costado todo lo que le gente le había dado en un mes. Tiana, sin embargo, muy agradecida, se fue con una sonrisa.
La niña, en cuanto llegó a su casa, lo primero que hizo fue ponerla en su caja dorada, donde guardaba sus diademas más importantes y bonitas.
Doce años después, Tiana se acordó que cuando era pequeña le encantaban las diademas de unicornio, y que guardaba sus favoritas en la caja dorada – que estaba en la esquina derecha de la parte de arriba de su habitación- , así que fue corriendo allí para buscarlas.
Nada más la encontró, la abrió y vio enseguida la diadema de unicornio que la señora le había en ese entonces regalado.
Se acordó que no la había utilizado ni una vez, así que se la puso y, de repente, desapareció del cuarto.
Resultó que apareció en un mundo mágico, un mundo especial que estaba lleno de unicornios, de chuches y de mil cosas más que todos los niños y niñas deseamos.
Cuando Tiana se miró en un espejo, resultó que tenía la misma edad y apariencia que cuando la señora le dio la diadema, de hecho, ¡tenía la misma ropa!.
Tiana, además, podía con esa diadema mágica, ¡hablar con los animales!
A partir de ese momento, Tiana volvía a ese mundo cuando estaba enfadada, triste o, simplemente, cuando quería volver a disfrutar de ese mundo precioso.
¡COLORÍN, COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO!